2 de noviembre de 2009

Peña Escrita. Sin rastro.

Esquema "Peña Escrita"


Una de mis fuentes de búsqueda es la Guia de la Arqueología en Guadalajara editada hace ya 12 años por Ediciones AACHE -más que recomendado echar un vistazo a sus publicaciones-, el esquema de la peña escrita que he reproducido en la cabecera de este entrada me tuvo intrigado hasta no hace mucho tiempo. Aprovechando una ruta que me llevo por la Torremocha (pirámide de Codes), me acerqué con un amigo a investigar estos grabados.

A propósito de la TorreMocha, y del cercano castro del Ceremeño en Herrería con sus murallas ciclópeas; me hacía prejuzgar la Peña Escrita como un posible lugar sagrado para los Celtíberos que en aquellas tierras habitaban, pero lo de siempre, había que llegar con la hoja en blanco.

La roca se encuentra en un lugar de difícil localización, - al lugar me acompañó el Señor Ángel muy amablemente-, y se sitúa junto al río prácticamente al nivel de las aguas. Es uno de esos lugares que me gustan. Piedra sobre piedra, o mejor, grabado sobre grabado, distintos rastros que seguir que nos llevan a lugares dispares. Las preguntas surgen atropellándose, ¿Quién lo hizo?, ¿Cuando?, ¿Por qué?, y lo mejor de todo ello es que nadie ha conseguido dar una respuesta convincente al asunto. Intentaré dar una visión general de todas las interpretaciones que se han realizado hasta ahora.

Artículos publicados únicamente he encontrado los siguientes:

Noticia preliminar de los grabados de Peña Escrita. link
Los grabados de Peña Escrita. Una nueva aproximación cronológica. link
Catálogo monumental de Molina de Aragón. link


Según descendemos por el camino lo primero que nos encontramos son los grabados de los gigantes realizados en la superficie.



Peña escrita. Gigante I



La primera figura es la de un ser humano con unas dimensiones increíbles. Algo mas de tres metros desde la cabeza a los pies, y con los brazos extendidos se muestra imponente.

Peña escrita. Gigante I



Si no nos dejamos llevar por la imaginación, podemos intentar buscar paralelismos de este mosaico de grabados en multitud de otros, pero diseccionando los elementos que componen cada uno de ellos se pueden llegar a interesantes conclusiones. En éste caso el elemento que destaca en el casco del gigante es un protector para la nariz; ya los cascos griegos, y posteriormente romanos estaban equipados con este sistema. Tampoco puede obviarse, los paralelismos que existen con la indumentaria militar medieval generalizándose la utilización del protector nasal a partir del sXII.

Atuendos militares siglo XII.

Lo que nos lleva a una realización posterior al siglo XII de esta gran figura, proseguimos avanzando por la roca , o mejor dicho descendiendo por la misma. El segundo grabado presenta elementos que lo hacen, si cabe, todavía mucho mas misterioso. Además de un atuendo aparentemente mas folclórico, se puede distinguir junto a él una inscripción en un alfabeto por lo menos extraño, y sin ningún significado aparente.


Gigante II

Alguna reminiscencia nos puede retrotraer al origen celtíbero que nos llevaba allí, y es claro que algunos elementos comunes comparte con la estela de Torrejón el Rubio. El tocado, o diadema en la cabeza es inconfundible, además de otros elementos "clásicos" en la iconografía celtíbera como es el símbolo solar o escudo que aparece en la parte derecha del gigante II.


Estela de Torrejón el Rubio.


El asunto de la escritura es ciertamente misterioso ya que no se ha conseguido dar una interpretación del mismo y dos hipótesis parecen prevalecer sobre las demás: La primera de ella es que esta escritura que ha sido grabada junto al segundo gigante es de origen latino (letra cursiva) con algún texto en lengua local.



Escritura junto al Gigante II.
(Invertida con respecto a la fotografía).


Con todo ello este grabado podría llevarnos los primeros siglos de nuestra era. Como ejemplo he incluido una tabla con el alfabeto cursivo utilizado en Pompeya (S. I dC).

Alfabeto cursivo. Pompeya


La segunda de las hipótesis (Según el artículo de S.Alfayé y M.Chorda), es que este grabado presenta una falsificación posterior al s.XVII basándose en el testimonio dejado por Sánchez Portocarrero en aquella época:

Es el sitio que llaman Peña Escrita. de quien cuenta su vulgar tradición encantos sobre Moros y tesoros suyos por los cuales han gastado algunos en balde su trabajo y a todo esto añade la sin necesidad de cosas bien ridículas y movido desto reconocí aquel sitio con mas personas, es muy áspero y la PEña que llaman escrita hace como suelo de una cueva o cobertura que formaron allí las peñas. La peña escrita es triangular de tres varas por cada frente y toda está esculpida o mejor diremos cavada de varias señales, pero miradas todas con cuidada diligencia, ningún carácter, ni letra hay en Arábigo, ni de otra lengua; sin figuras claras y entre ellas diez o doce cruces. Con sus peanas figuradas de diferentes modos con las cuales se interpolan sin orden otras figuras. Como son herraduras, pequeñas huellas de ovejas y cabras. Otras de pies y manos de hombres, y algunas figuras de grillos, todo formado cavado en la peña toscamente sin arte ni igualdad. El covertizo desta forma la Naturaleza en otra peña mayor que por la parte de arriba hace de suelo al cerro cercano y allí se ven esculpidas señales semejantes a las dichas y una figura humana tendidos los brazos y las piernas y más adelante una gran cruz cuyo palo derecho muy mas ancho que el atravesado, remata en punta arriba, de donde pensaron algunos, que aquello era la cobertura de la cabeza a manera de mitra y lo demás una figura humana pero conocidamente es cruz, formada tan sin arte como todo lo demás.

Sánchez Portocarrero, “Historia del Noble y muy Leal Señorío de Molina”, 1640



La interpretación de Alfayé y Chordá les lleva a concluir que la figura del gigante I ya estaba realizada en el siglo XVII, pero que el resto han sido grabadas posteriormente ya que no se hace ninguna referencia en el testimonio de Sánchez Portocarrero. Desde mi punto de vista, la figura mas antigua es la que hemos denominado como gigante II, y a la cruz que era visible en el siglo XVII con una mitra en la parte superior a la que le han sido añadidos los elementos necesarios: manos, ojos, boca, piernas y pie, para convertirlo en el Gigante I, tal y como lo podemos reconocer actualmente.


Mitra.

El gigante III por sus similitudes estilísticas con el gigante I, nos lleva a pensar que también es una obra posterior al siglo XVII.



Gigante III.

Pero el lugar tiene todavía muchísimo mas que ofrecernos, bajo la gran lápida sobre la que están esculpidas las figuras de los gigantes nos encontramos con un espectáculo de grabados caóticos.

Esquema de la peña escrita.

Una maraña de herraduras, pieas, cruces con sus peanas, calvarios, insectos y símbolos que aparentemente sin ninguna coherencia han sido dibujados allí. Y es aquí donde el misterio parece insondable. Marcas de pastores para indicar lugares de pasto y abrevaderos, lugares ocupados por eremitas que grababan toscamente los símbolos de su fé, ¿quizá elementos todavía mas antiguos de edades remotas que han perdido su significado completamente para nosotros?. Yo me inclino por pensar que posiblemente es una mezcla de todo ello.


La peña escrita.


Si bien es cierto que este tipo de representaciones también aparecen en muchos otros lugares no existe un acuerdo en lo que representan ni en su función real. Incluimos imágenes de otros enclaves con símbolos similares.



Membrillera. La peña escrita.




El peñascal. Canales de Molina


Es un cúmulo de grabados de diferentes épocas que hacen muy confusa su interpretación, pero indiscutiblemente el lugar es francamente singular; junto al rio, en un bosque apartado. Pastores, eremitas, aburridos, chavalerio, pícaros ¡Aqui está vuestra obra!.




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Próxima entrega. La Zarcita y las antiguas escrituras